Ermita de Nuestra Señora de Guadalupe

Lugar: Universidad del Istmo. Fraijanes, Guatemala
Fecha: 2015
Diseño/dirección: Eduardo Delgado Orusco
Equipo: Javier Rincón Sánchez

Si una imagen de la Virgen resulta familiar para todo el ámbito americano ésta sería, sin duda, Nuestra Señora de Guadalupe, llamada Reina de México y Emperatriz de América. El carácter milagroso de su aparición al indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin ha sido recientemente subrayado con su beatificación (1990) y canonización (2002) por San Juan Pablo II.

La imagen, impresa en el ayate de maguey -la tilma- de Juan Diego, tiene un manto de estrellas y la luna a sus pies. El manto de la Virgen y la misma tilma sugieren un elemento de protección, siguiendo una representación tradicional de la Virgen: la Madonna de la Misericordia –Lippo Memmi (1350), Piero della Francesca (1444-1464),  Doménico Ghirlandaio (1472)- o la Virgen de la Cueva –Francisco de Zurbarán (1655).

En un paisaje como el de Fraijanes, donde se alza el Campus de la Universidad del Istmo (Guatemala), esta idea podría servir como cubierta de protección de la ermita para los que se acercasen a rezar a la Virgen. Esta  representación podría actualizarse y convertirse en una pequeña arquitectura.

Una cubierta con forma circular cuya presencia evoque, por medio de su geometría, el mundo celeste, siendo atravesada por una serie de huecos que dejasen pasar una serie de rayos –el manto de estrellas– activando un dibujo cambiante con las horas del día y con los días del año. Podría proyectarse un rayo más grande de manera que a las 12:00 horas solares incidiera sobre la imagen de la Virgen.

Junto a esa cubierta, y en el suelo, a los pies de la Virgen, una topografía artificial podría generar un banco también circular –la luna a sus pies– donde los peregrinos pudiesen acompañar a la Virgen sedente en el mismo círculo.

Finalmente, un tercer círculo podría marcar el suelo de la ermita, para evitar que las lluvias lo embarren y que podría trabajarse con motivos marianos reconocibles y muy sencillos como los nombrados en las letanías del Santo Rosario.

El manto de la Virgen como protección.